Entre las particularidades de la Comuna 14 se encuentra la gran cantidad de afluentes que atraviesan el territorio desde lo más alto de las lomas, hasta desembocar en el Río Medellín. Una gran riqueza hídrica que, en estos tiempos de fuertes inviernos, representa uno de los retos más preocupantes a nivel de riesgo.
Para Aurora Barrientos, estas quebradas no afectan en la misma medida a las partes bajas de la comuna, sin embargo, si tienen riesgos latentes en unidades residenciales que están cerca de las canalizaciones y que terminan por inundar las zonas comunes, haciéndolas peligrosas e imposibles de utilizar.
El recurso hídrico de la comuna 14, que ronda aproximadamente los 116 afluentes, es visto también como un potencial ambiental por Carlos Carvajal, habitante de la Comuna 14 e integrante del equipo de construcción del Plan de Acción Ambiental Local del Poblado. Según él, sus beneficios se representan en la existencia de fauna y flora, pero su lado negativo surge de la falta de control de las autoridades para que los afluentes no pierdan su capa protectora ambiental y terminen por general deslaves, deslizamientos e inundaciones.
La conciencia de no redirigir los afluentes, para los habitantes del Poblado, es la reacción más importante que resaltan para que las partes bajas no sufran las consecuencias de la mala planeación y construcción. De igual forma, sugieren continuar con la limpieza de alcantarillados y sumideros que se encuentran en las zonas bajas, para evitar el taponamiento y situaciones que pongan en peligro a las comunidades a su alrededor.
