La semana pasada las redes sociales reventaron cuando Residente, ex vocalista de Calle 13 y reconocido rapero puertorriqueño, utilizó sus redes sociales para lanzar su última canción con un reconocido productor musical llamado BZRP, en un espacio de música conocido como “BZRP Music Sessions”; la canción sin título se encuentra como “BZRP Music Session #49”.
En la canción, que hace homenaje a una de las tradiciones más clásicas de la música urbana “las tiraderas”; Residente en tres actos dirige toda la atención a J Balvin, desde su música, su forma de vestir y su relevancia en la música, son temas que el puertorriqueño utiliza en los versos para criticarlo en la canción.
Las tiraderas son un estilo dentro de la música urbana, en donde los cantantes utilizan las canciones para criticar a alguien con quien tengan inconvenientes dentro y fuera del escenario musical, usualmente a través de barras de rap y por medio de metáforas y alegorías se critica de manera veraz y fuerte al contrincante. Es una práctica propia del género, en la que se desconocen límites y las letras pueden llegar a ser personales y ofensivas.
La “riña” entre los dos cantantes se remonta a la penúltima instalación de los Grammy Latino, y varios desacuerdos que han tenido a través de redes sociales. Pero con el lanzamiento de la sesión de Residente, la industria musical y las redes sociales se paralizaron y después de 3 días de su estreno el vídeo acumula más de 44 millones de reproducciones, las redes sociales no paran de hablar del tema y cada vez más personas relevantes en la industria comentan acerca de la situación.
Pero honestamente, nuestro interés en este tema no es propiamente sobre la pelea de uno con el otro o quién tiene razón y quién no; en una parte de la canción Residente utiliza un par de expresiones hacia J Balvin que tienen a muchas personas de los sectores LGBTI+ cuestionando sobre si apoyar o no al rapero boricua.
En Puerto Rico para que se la dieran en el reggaetón
Tragó más leche que un condón
Por cada mamada, subió un escalón
Si bien se reconoce que en un “tiradera” no existen los límites, de lo políticamente correcto y lo que no lo es; tampoco podemos dejar nuestro criterio sobre algo y dejar de analizar lo que se ve como un insulto y lo que se utiliza como una herramienta en contra de alguien, en este caso la masculinidad, la virilidad es atacada desde un punto en donde se juzga a un acto sexual homosexual como algo que puede ser usado como insulto.
El apartado señalado, es un recordatorio que todavía existe una población que utiliza la sexualidad o la hombría como un ángulo para hacer un chiste, una broma, o en este caso un insulto.
Estamos atravesando una época, en la que cuestionamos nuestro lenguaje, nuestra expresión, por qué no cuestionar lo que vemos y aceptamos como permitido dentro de la sociedad como un insulto y lo que esto representa de manera más amplia.
Ver o utilizar la sexualidad como forma fácil para hacer un comentario negativo de alguien, es algo que a través de los años ha sido utilizado a través de los medios masivos, expresiones como “That’s so gay” (Eso es tan gay) eran comúnmente utilizadas para señalar el comportamiento de alguien, nada más en nuestro lenguaje el “partíte galleta” es una expresión que critica la delicadeza cuando viene por parte de un hombre.
Viéndolo así, ¿por qué tragar leche o cada mamada debería representar un insulto para alguien? Por qué cuestionar la sexualidad de una persona es una crítica, cuando la sexualidad de las personas es simplemente su manera de relacionarse sexoafectivamente con otras y no existe ninguna que esté bien o esté mal.
Es momento que como consumidores, empecemos a ser más críticos con el uso de nuestras palabras y el peso que les damos para empezar a cambiar el significado de lo que decimos, es momento de ser críticos con lo que aceptamos y lo que la heteronorma nos ha implantado como aceptado, en este caso aunque como aclaramos sabemos que hace parte de una cultura y una manera de hacer las cosas; no podemos llevar a la calle ese tipo de expresiones que lo único que hacen es seguir segmentando y alejando a las personas LGBTI+ y utilizarnos como sujeto una broma.
¿Por qué tiene de malo tragar más leche que un condón? Nada de malo, sobre todo si usas mecanismos de prevención. Así también se lo cuestionó @feminacida, el medio y escuela feminista, a quien Residente le respondió en su publicación de Instagram, pero recuerda que de todxs depende que no sigamos avalando discursos que discriminan y violentan en todas las instancias.
