Cuando vamos a hablar del tratamiento con antirretrovirales -ARV, las opciones son tantas y los posibles efectos secundarios tan variados que es difícil resumirlo.

Al tratarse de un tratamiento que requiere una adherencia casi del 100 por ciento, es necesario que nosotros logremos continuar con los medicamentos, así al principio se nos haga difícil.

Como le pasó a alguien que llamaremos Fernando, un joven que como muchos otros recibió el diagnóstico de VIH positivo, pero corrió con la mala suerte de tener que pasar por varios esquemas por las reacciones que tuvo su cuerpo.

En su primer esquema tuvo que tomar Efavirenz, unos de los ARV que mandan mucho en primer instancia. “Me dijeron que iba a tener un tipo de insomnio durante la noche, pero en realidad no fue un insomnio durante la noche, sino que fue un insomnio de 24 horas y así fue día tras día, tras día. Yo tomé la decisión de no seguir tomándolo”, cuenta.

 

Así pues, su médico lo cambió a un esquema que incluía Atazanavir y le dijeron que posiblemente le iba a afectar la bilirrubina y su piel podía tornarse amarilla, ya que iba a afectar la parte del hígado. Esto, al lado de no poder dormir, no sonaba tan grave.

Sin embargo, su tez llamó la atención de sus compañeros, quienes no podía evitar preguntarle por qué se veía así. Fernando, como muchos, mantenía su diagnóstico en secreto y el último lugar en el que quería que se enteraran en su puesto laboral. La preocupación de que sus compañeros se enteraran lo llevó a deprimirse y a dejar de comer, por lo que tuvieron que pasar a un tercer esquema con Raltegravir.

 

Por ejemplo, la experiencia de Fernando es totalmente diferente a la mía, que cuento con la suerte de tener el mismo esquema desde el día uno. En mi caso, los efectos secundarios se resumen en dos días de alucinaciones, una sensación de guayabo que me duró alrededor de un año y una constante sensación de fatiga la cual perdura hasta la fecha.

También conocí el caso de alguien que el mismo Efavirenz, que tomó Fernando y tomo yo, le causo una sensación de paranoia y taquicardia, junto con un episodio de pérdida del conocimiento.

Sí, pueden causa temor conocer los posibles efectos secundarios que causan los ARV, pero también es una forma de saber que si alguno de estos no te funciona a ti, no quiere decir que no haya otra opción para tu tratamiento.

Aquí lo más importante es aprender a escuchar el cuerpo y saber en qué punto unos efectos secundarios son aguantables y van disminuyendo con el tiempo, y cuándo definitivamente no está funcionando para ti. Hay unos 40 ARV diferentes y los médicos pueden buscar el esquema que se acomode a tu cuerpo y asegure la adherencia al tratamiento.

 

Comenzarlos puede ser difícil, continuarlos aún más, pero en este momento los ARV nos brindan una oportunidad de vivir con tranquilidad por muchos años, así que no te rindas a la primera.

¿Qué esperar de los ARV?

Estos son algunos de los efectos secundarios más comunes y de qué manera se pueden sobrellevar. Puedes ubicar el nombre de los ARV que tomas para conocer qué esperar de este tratamiento y consultar a tu médico cuando notes algo fuera de lo normal.

  • Pérdida de apetito

Lo causa: Abacavir, Zidovudina.

Qué ayuda: comer pequeñas porciones de comida en vez de tres grandes comidas, tomar batidos que se ingieren más fácil que sólidos o recurrir a estimulantes de apetito.

  • Lipodistrofia, pérdida o ganancia de peso en partes del cuerpo

Lo causa: Abacavir, Stavudina, Didanosina, Sidovudina, Lamivudina, Emtricitabina, Tenefovir, Atazanavir, Darunavir, Fosamprenavir, Indinavir, Lopinavir, Nelfinavir, Ritonavir, Saquinavir, Tipranavir.

Qué ayuda: hacer ejercicio, liposucción o inyecciones de tesamorelin.

  • Diarrea

Lo causa: Delavirdina, Maraviroc, Raltegravir, Cobicistat, Elviegravir/Cobicistat, Aprenavir, Atazanavir, Darunavir, Fosamprenavir, Indinavir, Lopinavir, Nelfinavir, Ritonavir, Saquinavir, Tripanavir, Lamiduvina/Tenefovir Dispoxil Fumarate, Zidovudina/Lamiduvina, Tenefovir Alafenamide/Emtricitabina, Emtricitabine, Lamivudina, Abacavir/Lamivudina, Zidovudina, Trizivir, Truvada, Didanosine, Viread, Stavudina, Abacavir.

Qué ayuda: tener una dieta baja en grasa, comida picante y lácteos. Buscar alimentos que tengan buena fibra o, en caso tal, pedir un antidiarreico.

  • Fatiga

Lo causa: Zidovudine, Efavirenz.

Qué ayuda: Comer alimentos nutritivos que te den energía, entre ellos muchos carbohidratos, que además sirven para subir las defensas. Ejercitarse, evitar fumar o beber y organizar un horario de sueño que te brinde el descanso necesario.

  • Niveles altos de colesterol y triglicéridos

Lo causa: Stavudina, Didanosina, Zidovudina, Efavirenz, Lopinavir/Ritonavir, Fosamprenavir, Saquinavir, Indinavir, Tipranavir/Ritonavir, Elvitagravir/Cobicistat.

Qué ayuda: evitar fumar, hacer ejercicio, reducir la grasa en la dieta, comer mucho pescado o alimentos altos en Omega-3 y realizarse chequeos periódicos.

  • Cambios de ánimo, depresión y ansiedad

Lo causa: Efavirenz, Rilpivirine, Dolutegravir.

Qué ayuda: evitar el uso de alcohol y otras drogas recreativas, visitar un psicólogo o psiquiatra.

  • Nauseas y vómito

Lo causa: básicamente cualquier ARV.

Qué ayuda: Comer porciones de comida pequeñas, evitar alimentos grasosos y picantes e ingerir la comida tirando a fría en vez de caliente.

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