Un estudio de más de 17 meses comprobó que con un mínimo de cuatro dosis a la semana no hubo casos de infección.
Hay más buenas noticias sobre las píldoras para prevenir infección del VIH en personas en alto riesgo de contraerlo.
El seguimiento de un importante estudio probó que el medicamento es efectivo, además mostró que su uso no alienta las actividades sexuales riesgosas y que es efectiva incluso si la persona no toma algunas dosis.
El estudio fue discutido este martes en la Conferencia Internacional sobre Sida en Melbourne, Australia y publicado por la revista británica Lancet Infectious Diseases.
La investigación involucró a 1.600 hombres gay y mujeres transgénero que hicieron parte del estudio original que mostró que el uso diario de Truvada reduce el riesgo de contraer VIH.
Una vez concluida la investigación, se les ofreció a los participantes la oportunidad de seguir recibiendo las píldoras gratis y tres cuartas partes de ellos aceptaron. Todos fueron estudiados por otros 17 meses.
Ninguno de los que tomó las píldoras por al menos cuatro días a la semana resultó infectado. Incluso el uso de la píldora dos o tres veces a la semana redujo el riesgo de infección comparado con tomarla con menos frecuencia o no tomarla. Los autores del estudio podían determinar la frecuencia con que se tomó la medicina porque realizaron mediciones en las muestras de sangre.
“Estamos alentados”, dijo el doctor Robert Grant, experto de sida en los Institutos Gladstone, una fundación afiliada a la Universidad de California en San Francisco, EE. UU. “Existe una demanda, hay tolerancia de dosis olvidadas. Y es segura”.
Mitchell Warren, quien dirige un grupo sin fines de lucro que trabaja para la prevención del VIH, dijo que es claro ahora que “el enfoque da resultados, y debe estar disponible ahora para personas en riesgo, como parte una combinación de prevención de alto impacto”.
Los condones siguen siendo la mejor forma de combatir la infección, pero no todo el mundo los usa todo el tiempo, por lo cual funcionarios de salud recomiendan otras opciones para ciertos grupos de alto riesgo de contagio.
Algunos funcionarios de salud temían que tomar Truvada diese un falso sentido de seguridad e hiciese que algunos hombres optasen por no usar condones. Sin embargo, los participantes en el estudio no reportaron un incremento en esa conducta y no hubo aumento de sífilis, herpes u otras enfermedades de transmisión sexual que indicase mayores riesgos.
El estudio fue realizado en Estados Unidos, Suramérica, África y Tailandia, y fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Fuente: AP