Una nueva oportunidad de vida: Un mirar hacia el pasado

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FOTO: Mb Ventures

Primero, quiero agradecer a Egocity por la oportunidad que me da de escribir, de volverme a descubrir y compartir con ustedes mi experiencia de vida. Les estaré contando cómo vive una persona con VIH, su vida cotidiana, a través de mis vivencias, para invitar a todas las personas a la reflexión y para educar en torno a un tema que poco o nada se habla en Colombia.


 

Mi vida cambió un día de septiembre del año 2013, cuando yo pasaba por uno de los momentos más difíciles de mi vida, tenía una relación muy quebrantada con mis padres, mi madre había sido diagnosticada con cáncer de ovarios, la situación económica estaba realmente muy difícil y yo me encontraba en una encrucijada. Ese día, no quería llegar a casa, quería estar solo y tenía poco dinero, así que decidí entrar a un sauna gay de la ciudad de Pereira, que es donde yo vivo, tenía 22 en ese entonces, no conocía ese tipo de sitios, me dio curiosidad y pensé que era una buena idea y económica para ir a relajarme.

Entré al sauna, aquel día se entraba en bóxer y seguí, cuando entré al turco, encontré que mucha gente me miraba y yo me sentía algo intimidado, algunos se me insinuaban y me empezaban a tocar, a lo que yo decía que no, realmente no estaba en condiciones de ánimo para buscar sexo en ese sitio. Sin embargo algunas personas seguían acosándome y yo seguí explorando el sitio algo incómodo, por lo que decidí que quería irme; buscando la salida en aquel lugar encontré un cuarto oscuro, entré en el pensando buscar la salida ya que me sentía algo perdido, el sitio parecía como un laberinto.

En el instante que entré dos chicos se me insinuaron nuevamente, a lo que les retiré la mano y me dirigí a un sitio donde hubiera luz, cuando estaba encontrando la salida, sentí a alguien que me empujó hacia adentro nuevamente, y con mucha fuerza me cogió, me tapó mi boca y varias personas abusaron sexualmente de mí, no quiero realmente relatar con detalles lo que pasó mientras me abusaban pero sí puedo decir que fue una experiencia desgarradora.

Al finalizar todo ese episodio, quería quitarme la vida, me sentía ultrajado, pero siempre he pensado y he creído, que los padres a pesar de los conflictos que tengamos con ellos son ángeles en nuestro camino. Mi padre apareció de la nada y aunque no sabía lo que sucedió y que yo quería ir directo a lanzarme de un puente, y evitó que eso sucediera.

Luego de lo ocurrido, nadie más que mi mejor amigo sabía mi situación, no quería que nadie lo supiera, era una persona con un autoestima muy baja, no quise denunciar, y fue difícil superar todo, pero me propuse hacerlo y mi pareja siguiente fue una persona que me ayudó a caer en cuenta de eso, de pensar en mí, de no buscar mi felicidad en nadie más y que mi vida debía cambiar.

En Enero de 2015, casi un año y medio después de lo ocurrido, decidí hacerme una segunda prueba, la primera, me la realice casi 3 meses después de mi abuso sexual y salió negativa.

Los exámenes de laboratorio siempre me han puesto nervioso, pero pensé que todo iba a ser muy “normal” ese 23 de enero, pero al día siguiente me llamaron a decirme que mi prueba había salido coagulada por lo que debía repetirla al lunes.

Mi madre me tranquilizaba diciendo que era muy normal, pero mi padre que siempre ha tenido ese sexto sentido sabía que algo andaba muy raro, sin embargo, el lunes nuevamente me tomé la prueba, y al martes me llamaron que el miércoles debía ir al especialista por mis resultados, ahí, mi padre confirmaba sus sospechas, porque además trabaja en la clínica donde me practicaron los exámenes.

En ese instante, tuve que contarles todo lo que pasó, poco más de un año atrás, mis padres rompieron en llanto y fue mucho más difícil que el día en que yo “salí del closet”, por lo que mi padre decidió acompañarme al día siguiente para recibir los resultados y comprobar sus sospechas.

Ese 29 de enero, mi vida cambió y aunque suene un poco paradójico fue un renacer en las cenizas en que estaba, y un “sacudón” que la vida me dio para darme cuenta que estaba vivo y era otra oportunidad para vivir. Me hicieron pasar solamente a mí, me explicaron lo que había pasado y por qué mi prueba había tenido que ser repetida, sin embargo, un equipo maravilloso me recibió con los brazos abiertos, diciéndome que mi vida no acababa allí, sino que empezaba un nuevo proceso, fue un momento en el que me puse en shock, mi padre lloró como nunca, yo no modulaba, pero sabía que de ese instante iba a aprender mucho y así fue.

Hice una retrospección de mi vida, sabía que debía hacer cambios en ella y por eso desde ese instante decidí visibilizarme mucho más porque sentí la necesidad de dejar huella en el mundo a través de mi historia, de apoyar a otras personas en mi condición y que se sintieran identificadas.

Ha sido un renacer, y nuevamente digo, una nueva oportunidad de vida, de la cual les seguiré contando en cada post que realice… Este es el inicio.

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