Camila Chain, de Mujeres W, conversó con egoCity sobre su infancia, la importancia del apoyo de su madre y su relación con Cindy Jiménez. Espontánea, coherente y clara con lo que quiere, asegura que se siente más cómoda de tenis que en tacones, le gusta estar de pelo corto y que prefiere vestirse de corbata antes que lucir un escote.

Camila pasó parte de su infancia en Brasil. Allí, a la edad de 7 años, descubrió que pensaba y sentía diferente, “yo siempre hacía las cosas que le gustaban a los niños, yo jugaba fútbol, montaba bicicleta… En esa época me gustaba una niña que era mi mejor amiga. Yo ya tenía uso de razón, yo me di cuenta y fui consiente de ello”. Sin embargo, como ella misma lo expresa, estaba demasiado pequeña para cuestionarse sobre su sexualidad.

Al regresar a Colombia, a la edad de 9 años ingresó al equipo de voleibol. Allí se sintió nuevamente atraída por una de sus compañeras “entonces yo dije: bueno esto ya no es una cosa que a mi me parezca sino que es un asunto natural”. Camila afirma que esa chica del voleibol que conoció a los nueve años y con la cual conserva una relación de amistad, fue su “amor platónico”.

Aunque tuvo “noviecitos de cogida de mano” siempre ha sido una mujer fuerte que le ha gustado explorar su lado masculino. “Yo vivo mi lado masculino con mucha naturalidad. Cuando era niña mi mama me ponía bermudas y camisetas. Ella jugaba a tener un niño. Hoy en día lo hablamos y nos reímos porque dice: tanto que molesté con lo del niño que me resultó más niño que niña.

A los 19 años ingresó la universidad allí conoció a la que fue su primera novia. “Con ella descubrí que lo que sentía era real. A esa edad fue mi primer beso real, mi primera caricia”.

 

¿Hubo conflicto al momento de asumir la homosexualidad y compartirlo con la familia?

“En realidad no. Mis padres siempre me enseñaron a vivir la vida de la forma que uno quiere y como siente. Un día mi mamá me cuestionó enfadada por mis períodos de ausencia en la casa y yo le dije: ¿quieres saber que es lo que pasa? Y le respondí que desde los siete años sentía que me gustaban las mujeres y que en ese momento estaba con alguien. Por eso era que me ausentaba, porque esa persona se había vuelto importante en mi vida. Ella quedó en shock por un momento y después me dijo: solo te voy a hacer una pregunta: ¿qué tengo que hacer yo para que tu seas feliz? Eso me pareció hermoso. Mi mama es mi mejor amiga y nunca lo va a dejar de ser.”

¿Que papel juega la familia en la aceptación de una persona homosexual?

El apoyo de la familia es fundamental. Una mamá que apoye es el 90% de la felicidad de un hijo gay. Pero si al momento de contarlo, no hay un apoyo por parte de la familia pues suerte con ella. Es que la felicidad es de uno como individuo y no se puede negociar ni siquiera con la persona que lo trajo a uno al mundo.

¿Qué la motivó a hablar de su homosexualidad en los medios?

Quise ser coherente con lo que yo soy y con las personas que me rodean. Estoy cansada de que la gente hable de un tema del que no sabe, a mi eso me molesta. Un día en La W se le preguntó a los oyentes que si “ser lesbiana estaba de moda” y yo casi me privo. Yo inmediatamente pedí la palabra y expresé que no estaba de acuerdo. Julio, como gran entrevistador, me hizo una pregunta fantástica: “me dijo: Camila si usted fuera gay, ¿lo diría públicamente? Y yo le dije: si yo no lo fuera yo no le estaría diciendo todo esto que estoy diciendo. Uno tiene que tener conocimiento de causa para no hablar desde la ignorancia.

¿Cómo asume su parte masculina?

Yo no asocio mi aspecto masculino al tema del lesbianismo. Yo lo asocio al tema de la naturaleza del ser humano y yo creo que el ser humano es masculino y femenino. Yo desde muy pequeña abolí de mi mente el asunto de que lo rosado es femenino y que lo azulito es masculino. Yo simplemente deje desarrollar mi personalidad como me sintiera más cómoda. Eso no tiene nada que ver con el desarrollo de mi sexualidad ni con el tema de mi pareja.

¿Cómo se define?

Yo soy una mujer hogareña, que cuida sus maticas. Soy muy sensible y romántica, una mujer que le gusta que la consientan, que le gusta que le expresen el amor y el cariño todo el tiempo.

¿Qué piensa sobre el matrimonio igualitario?

La gente ha confundido el tema. Las personas heterosexuales y muy conservadoras lo ven como una agresión a la institucionalidad de la familia. Lo que trato de decirles a ellos es que tengo derecho a que cuando esté en la clínica mi pareja pueda entrar a darme los remedios. Lo que necesito es que cuando de mi trabajo me manden a otra ciudad mi pareja pueda ir conmigo. Lo que quiero que la gente entienda, es que esa persona que tengo a mi lado me hace feliz y que necesito que tenga el amparo del Estado para que sea feliz conmigo.

¿Se casaría?

Claro. Ya…. Si me dicen que me case me caso ya.

¿Cómo va su relación con “La Crespa”?

Es una relación hermosa, con una admiración mutua y un miedo despejado. Ella, fue capaz de decir: ¿saben qué? ayer vi a esta mujer y me encantó. Y hoy estoy enamorada de ella y ¿qué? Eso a mi me genera una admiración profunda hacia una persona que es capaz de decir lo que es y punto.

¿Que le enseñaría a sus hijos?

Lo primero que le enseñaría a mis hijos es que el amor es lo mas importante y que vinimos a este mundo a amarnos, no solamente como pareja sino como seres humanos, y que el amor es de todos los colores.

“Nunca me he acostado con un hombre y lo digo feliz porque me siento plena como soy desde que tengo uso de razón. Yo nunca he generado confusiones en mi vida… yo siempre he sido clara, clarísima.”

Por Marco A. Jaramillo / Fotografía: Neno Chelsea

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