Todos y todas sabemos muy bien, que aunque tener una relación o comenzar a salir con alguien que nos gusta puede llegar a ser lo máximo, siempre hay un proceso previo de construcción de confianza, afianzamiento de gustos y prueba de compatibilidad social, sexual y demás; ese es justo el momento donde probamos qué tan dispuestos estamos a tener algo con dicha persona, o ella con nosotros ¡Por eso es precisamente el momento más complicado y difícil de la relación!
Sumándole a la complicación que tiene esta etapa en cualquier relación, si tienes diagnóstico positivo el proceso puede ser más complejo, debido al estigma que aún carga el VIH por cuenta del desconocimiento de las personas sobre el tema; así que allí además, ya te toca empezar a hacer sumas y restas entre diagnósticos, hablando en términos de serodiscordancia, y crear conciencia.
Así que no te compliques, queremos darte cinco tips esenciales que te servirán a la hora de pensar cómo y por qué salir tranquilamente a una cita con cualquier persona y disfrutarla sin crearte dramas en la cabeza:
1. Si le pones mucha importancia al VIH, ella también se la dará
¡Vuélvete consciente de algo, es más sano saber tu estado así sea positivo, que ni siquiera haberte hecho la prueba! Si tú no lo has procesado y aún no te sientes cómodo con el VIH, tu pareja tampoco lo hará. En cambio, si te encuentras tranquilo sobre el tema y lo que esto significa en cuanto a estar a salvo, va a ser mucho más fácil y digerible para la otra persona. No creas que siempre hay que tener una discusión cara a cara o suplicar por una cita a pesar de tu estado, no le prestes tanta atención, ni pidas disculpas como si hubieras hecho algo malo.
2. Cuanto antes es mejor
Seguramente no querrás invertir tu tiempo en una relación cuando la otra persona no está dispuesta a hacerlo. No pierdas tus esfuerzos creando una relación con alguien que muy probablemente tenga gran potencial para ser un imbécil que te rechazará cuando conozca tu estado. Eres mucho mejor que eso, sabes que si te rechaza, simplemente no vale la pena.
Previamente evalúa el terreno, no toques directamente el tema en las primeras citas, pero tampoco lo dejes pasar desapercibido, observa sus reacciones y respuestas para que no te llegues a enamorar de quien no debas. Siempre habrá tiempo para hacer nuevos planes si te das cuenta a tiempo.
3. Acércate a los tuyos
¿Aún no has tenido el coraje de acercarte a tu familia y/o amigos por apoyo? Vete olvidando de empezar una buena relación con alguien nuevo en tu vida.
Un buen sistema de salud que te soporte es esencial para cualquier cambio, sin importar cual sea tu estado. Necesitas poder hablar libremente con tus amigos más cercanos sobre lo que pase en tu vida, citas, experiencias y errores. No puedes tenerle miedo a que tus seres amados se enteren. Busca sentirte cómodo con las personas que ya están en tu vida antes de querer traer a alguien más a ella.
4. No te llenes de expectativas
Ten siempre en cuenta que es mejor estar solo que con alguien que va a estar juzgándote por tu diagnóstico; y si eso te parece complicado de recordar, entonces tatúatelo o escríbelo en todas partes. No importa lo solo que puedas llegar a sentirte; eso es mejor que entablar una relación con la persona equivocada, sobre todo alguien que te etiquete y/o ataque ¡ESO JAMÁS!
Si esa persona tiene una reacción negativa frente a tu estado positivo y actúa como un total idiota, date cuenta que tienes mucha suerte si lo dejas ir de tu vida; a su lado todo empeoraría.
5. El estigma al VIH no tiene nada que ver contigo
Si te encuentras con una persona, que aunque sea supremamente atractiva y te produzca ganas de todo un poco, rechaza el tema del VIH, o peor aún, a ti directamente por tu diagnóstico positivo, sin importarle tus bondades, tu encanto o lo bien que te ves; como dicen por ahí, “déjalo ir”.
Sus razones para irse no tienen nada que ver contigo, ni sus temores en medio de la ignorancia sobre el virus. Siempre hay tiempo para educar, y así es como debe empezar una buena relación, abiertos al cambio y con honestidad; no te dejes torturar con temores o amenazas, tú sólo debes responder por tu salud y como con ella no afectas a nadie más ¿Lo ves aterrorizado con ganas de salir huyendo? Déjalo y agradécele a la vida que no tienes que lidiar con los problemas de nadie, ni porqué ocultarte.
Relájate, llegará la persona indicada para ti y si no, pues disfruta viviendo tu propia vida, amándote. Lo más importante es aceptarse a uno mismo y seguir adelante, sin lamentaciones, ni mirar atrás.