La telenovela mexicana “Mi marido tiene más familia”, de la cadena Televisa ha ganado audiencia gracias al romance gay de dos sus personajes, al cual en redes ya llaman Aristemo.
Aunque no son protagónicos, los personajes Aristóteles Corcega y Cuauhtémoc López (Emilio Osorio y Joaquín Bondoni respectivamente) han enamorado a la audiencia mexicana con una trama en la cual dos jóvenes de preparatoria se encuentran enamorados.
La historia de Aristemo, como se les apoda en redes sociales, se ha caracterizado por presentarse de una manera lejana a prejuicios y estigmas. Dos adolescentes a través de su amistad de escuela comienzan a explorar sus sentimientos, entre el amor, los celos, el matoneo escolar y sus familias.
Estos personajes se convierten tendencia en las redes sociales cada noche que su historia lidera el trama de la segunda temporada de la telenovela, logrando así un gran fandom que incluso ha obtenido el impacto para hacer que Televisa y sus productores se planteen en una serie sólo enfocada en ellos.
Incluso estos últimos días, por poco se logra el tan esperado beso entre esta hermosa pareja, pero de nuevo sigue siendo interrumpido el momento, provocando altos niveles de rating para el canal Las Estrellas y disturbios digitales en Twitter por los #ArisTemoFans, con un total durante enero, según El Heraldo México, de un millón 296 mil tuits y un alcance de 51 millones 131 mil personas.
De acuerdo a su productor, Juan Osorio, padre del actor que interpreta a Aristóteles, Emilio Osorio, el beso de Aristemo llegará muy pronto, debido a que la temporada se encuentra en recta final… Y muy probablemente sea la que deje el hilo abierto a la serie dedicada a esta trama que conquistó la televisión mexicana y ha logrado cambiar estereotipos, dándole a las nuevas generaciones referentes con los cuales identificarse, con su edad, pasiones y dificultades.
¡Y si no lo sabías! Quien ahora se ha ido convirtiendo un icono gay gracias a su personaje, Emilio Osorio, durante el 2018 participó en La Voz México, pero no pasó de las audiciones a ciegas ¡afortunadamente! Porque si no hubiera pasado esto, probablemente no habría Aristemo con tanto éxito como ahora.