Estudiantes de los colegios públicos en Puerto Rico podrán escoger si quieren usar falda o pantalón como uniforme sin importar su sexo.
Como en muchos de los países latinoamericanos, todos los colegios públicos de Puerto Rico obligan a sus estudiantes a usar uniforme, la diferencia es que ahora en este país los jóvenes podrán escoger si visten falda o pantalón indiscriminadamente de su sexo o identidad de género y los profesores y directivas tendrán prohibido reprenderlos por su elección.
El Secretario de Educación Rafael Ramona anunció el pasado 12 de octubre la nueva medida del gobierno de turno que apunta a un Puerto Rico más incluyente con sus conciudadanos gays, lesbianas y transgénero, informó Associated Press.
“Ningún estudiante puede ser sancionado por no optar por usar una prenda en particular con la que él o ella no se sienta cómodo”, aseguró a los reporteros.
Las reacciones frente a esta decisión han sido mixtas. Mientras algunos directivas de colegios y activistas LGBT han aplaudido el cambio, algunas organizaciones ciudadanas se cuestionan el bien que le haría a los estudiantes.
“Se demoró un poco, pero lo aprobaron y eso es lo importante”, señaló Cristina Torres, Directora de un colegio en Ponce, la segunda ciudad más grande de Puerto Rico. “Cambiar la mentalidad de la gente de un día para otro será difícil… Lo más increíble es que los jóvenes pueden aceptar esto con una mente abierta, cuando son los adultos quienes discriminan”.
Pero voceros de Alerta Puerto Rico, un grupo que promueve los valores familiares y de los niños dijeron que “una vez más, este gobierno y el Departamento de Educación trabajan en contra de lo que es mejor para nuestros niños”.
Recordemos que durante esta administración se han aprobado varias leyes en pro de la población LGBT. Entre ellas, sanciones contra la discriminación por orientación sexual en los colegios y la posibilidad de que la ciudadanía transgénero cambie su componente de sexo en las licencias de conducción.
No obstante, como reconoció Paola González, una mujer trans de 39 años que creció en Puerto Rico pero ahora vive en Nueva York, la regulación no se puede quedar en abrir la posibilidad de que los estudiantes escojan su uniforme, sino que debe presentar garantías para que lo hagan con dignidad y seguridad.
“Que un estudiante pueda salir y decir que se identifica con este género y usa este tipo ropa es un gran paso, pero las escuelas también deben considerar la seguridad de los estudiantes”, remarcó González.