En la población LGBTI+ existen multitud de mitos en lo referente a las citas.
Mientras que lo normal sería un encuentro natural y adaptado a las expectativas de ambas personas, lo cierto es que aún al día de hoy continúa habiendo prejuicios como que los gais no entienden de segundas citas o que las lesbianas van a la primera cita con el camión de la mudanza preparado.
Dado que en muchos casos los primeros encuentros son fruto de plataformas online para conocer gente, se vuelve aún más importante romper con estos estereotipos y centrarse en la importancia de conocer a la otra persona sin que esto suponga un desastre.
Como esto puede ser difícil, hoy te traemos consejos para que la primera cita sea lo más liviana posible y de ir bien que sea viable una segunda:
Dejar atrás las presiones
Olvidemos la creencia que una cita es una campaña de marketing en la que tenemos que vendernos, esto no solo es falso, sino que nos objetiviza y genera un falso idilio qué de continuar, tarde o temprano se desmontará y generará malestar.
Hay que ser natural y mostrarse tal cual uno es en su versión más humana, ya que, de tratarse de la persona adecuada, ésta valorará tanto las cualidades como los defectos. Al fin y al cabo, de eso trata la primera cita, de conocerse y decidir si hay feeling.
Concretar un plan cómodo para ambas personas
En la línea de ser uno mismo, no hay por qué acceder a planes incómodos por quedar bien frente al otro. La comunicación y el consenso han de ser estandartes a considerar en todo momento, por lo que bien se lleve a cabo un paseo romántico, una cena en casa o incluso una escapada a la discoteca, lo idóneo es que sea algo que apetezca a ambas personas y en último término garantice la comodidad.
¿Y luego qué?
Llegados al punto álgido de la cita será decisión de ambas personas el determinar qué rumbo tomará esa primera toma de contacto y, en ese sentido, si hay posibilidades de que surja algo más o todo quede en el encuentro.
Si te encuentras en ese punto, aquí te dejamos unos tips para saber si la persona con la que compartiste una cita te gusta realmente o si por el contrario se trata tan solo de un capricho pasajero. Recuerda nuevamente que se trata de pasar unas horas divertidas y de ampliar el número de conocidos, por lo que abandona las inseguridades en casa y muestra tu mejor faceta al mundo.