El lunes 23 de febrero de 2014 el estado sureño de los Estados Unidos decretó una ley que le impide a los gobiernos locales expandir sus políticas anti-discriminatorias que al no incluir diversidad de orientación sexual e identidad de género, éstas ya quedan sin jurisdicción alguna.

La Ley, que no entrará en vigor hasta 90 días después de aprobada, pasó sin necesidad de la firma del gobernador republicano Asa Hutchinson, quien simplemente decidió no vetar la iniciativa.

La decisión fue criticada por Wal-Mart y diferentes grupos activistas, que le advirtieron que esto perjudicaría la imagen del estado. La cadena de supermercados, que fue fundada en este estado y tiene políticas anti-discriminatorias envió un comunicado al respecto:

“Todos los días en nuestras tiendas, vemos de primera mano los beneficios de la diversidad la inclusión en nuestros asociados, clientes y demás comunidades. Todo parte de una creencia básica en el respeto al individuo, lo cual incluye entender y respetar las diferencias e incluir a todas las personas”, declaró el vocero de la compañía, Lorenzo Lopez, “sentimos que esta legislación ataca esta creencia básica y manda un mensaje erróneo de Arkansas”.

La iniciativa propuesta por el senador Bart Hester, fue una respuesta a los intentos de ciudades como Fayetteville, Eureka Springs y Little Rock, que a principios del mismo año intentaron expandir sus leyes anti-discriminatorias. El político también republicano arguyó que “pensar que podemos tener diferentes derechos civiles en cada ciudad no es realista y no es viable para un ambiente de buenos negocios”.

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