25 de septiembre de 1987, Sala de Urgencias del Hospital General de Medellín, camilla 13. 5:30 A.M. momento en el que salía el sol y nacía Sergio.

-¡Es un niño!- gritó fuertemente el Dr. XY + XX  a Ovidio el nuevo padre de la familia Bedoya quien cayó desmayado por la euforia que le causó saber que su bebe era un varón.

Desde ese momento, el género del recién nacido fue invocado y por ende humanizado.  Esa invocación performativa causaría serios problemas de identidad en él niño durante los primeros años de su vida.

Aranjuez, 20 de julio de 1997.

-No juegues con barbies, tú eres un hombre y los hombres no juegan con muñecas- Gritaba al otro lado de la puerta Magnolía cuyo rostro rojo sobresalía en la pared blanca que se reflejaba en el espejo.

Sergio tiró la muñeca, se sumergió en su llanto y navegó debajo de la cama esperando a que pasara la tormenta. Mientras aguardaba calmar la furia de su madre, fabricaba el vestido rojo para Lady Valentin, la última Barbie adquirida en navidad por su hermana Natalia.

-¡Niño, salga de la cama y venga a tomar el algo!- Magnolía ponía la cuchara al lado del tarro de compota dispuesta sobre la mesa del comedor-.

El chico se sentó, destapó la tapa e introdujo la cuchara para llevarse un buen trozo a la boca, volteó el tarro de compota y comenzó a leer la tabla nutricional.

-La tabla nutricional dice: No se nace mujer, se llega a serlo. El sexo y el género son radicalmente diferentes, o sea que hombre no representa obligatoriamente un cuerpo masculino- Sergio continuó leyendo en voz alta- Puesto que el sexo es una interpretación política y cultural del cuerpo, no hay una diferenciación entre sexo y género en los sentidos habituales; el género está incluido en el sexo y el sexo ha sido género desde el comienzo.

Magnolía salió corriendo hasta la mesa del comedor, en una de sus manos cargaba la chancleta de plástico del pie derecho. En cuanto llegó, la lanzó a la boca del chico.

-¡Ni se le ocurra pronunciar nunca más esas palabras!- le arrebató el frasco al niño mientras lo miraba y le decía que -las uvas son un regulador del colesterol malo y son un antioxidante – pero de súbito se quedó pálida al comenzar a leer lo que decía detrás del frasco:

 

Antioxidantes

El lenguaje es un reproductor de la realidad social, porque con sus diferentes codificaciones termina generando una cantidad repetida de actos iguales que aportan veracidad a las interacciones sociales y se transforman en prácticas institucionalizadas; así por ejemplo, en palabras de Wittig vemos que “nombrar el sexo es un acto de dominación y obligación, un performativo institucional que crea y legisla la realidad social al exigir la construcción discursiva/perceptual de los cuerpos de acuerdo con los principios de diferencia sexual”.  O sea que la categoría de sexo configura socialmente al cuerpo performando una masculinidad o una feminidad, es decir que si no haces parte de esas dos ideas, no serás.

En otras palabras, el lenguaje ha sido el medio por el cual se ha creado este mundo y todas las cosas que habitan en él, incluyendo la norma que reproduce la idea del género y del sexo, por tal motivo lo CUIR aboga por la labor política de destruir ese discurso gramatical que categoriza lo perverso: lesbiana, gay, travesti, transgenero, etc. Por consiguiente, esa labor política debe remitirse en el discurso ontológico de Wittig de un ser anterior al ser sexuado “el género intenta dividir al ser, pero el ser como ser no se divide”. La estrategia entonces es oponerse mediante un discurso invertido con el mismo poder que aplique sus propias categorías, así como lo hizo en Estados Unidos la palabra QUEER.

 

Facultada de Artes, Universidad de Antioquia, enero de 2017

Sergio Bedoya está sentado al frente de la ventana que mira hacía la cancha de Fútbol; concentrado en la idea que se comenzaba a dibujar en su imaginación para la clase de Expresiones. Sobre la mesa permanecía abierto el Manifiesto Contransexual de Beatriz Preciado, las ideas de Abraxas artista del Collage con record mundial y también el movimiento post moderno “Tranimal” de las interpretaciones Drag Queen.

Recordó que dos meses atrás se había “trepado” en un bus con Bárbara Queen y en vez de viajar cómodamente fueron asaltad@s por la violencia discriminativa y miedosa de varios pasajeros, recordó fielmente las palabras de una de las pasajeras:

-¡Que abominación!- gritó una señora robusta como la voz que acababa de pronunciar-

Sergio volvió de nuevo en sí cuando sintió un pequeño pellizco en su cabeza.

Era Punky su compañero de curso.

-¿Vas a hacerle el tatuaje a Cosmo, estás pensando en eso?- preguntó Punky.

-¡No!, estoy pensando en hacer un perfomance, pero esta vez con un personaje recargado de Tranimal; ya tengo diseñado parte del vestuario – respondió.

-Bacano; ¿quieres un poquito?- Punky le pasó a Sergi una barra de avena con mora.

-Bueno- mordió un pedazo y cuando terminó comenzó a leer en voz alta un fragmento del género en disputa de Judith Butler:

 

Garbo se engalanaba como una travestida siempre que tenía que representar a un personaje muy glamoroso, siempre que se fundía dentro o fuera de los brazos de un hombre…¡Que resplandeciente parece el arte de actuar! Todo es encarnación, sea o no verdadero el sexo que se esconde detrás.

Compota de Uvas, Compota de Uvas para un cuerpo flexible, egoCity LGBTIQ Diversity Network
FOTO CORTESÍA: Simón Faustroll

 

+ Antioxidantes

Desde la perspectiva artística, el travestismo nace como una práctica subversiva y paródica del poder, es decir como una práctica política para poner en duda la identidad de género original y a su vez afirmar que las apariencias engañan, así por ejemplo, yo Simón soy la inversión interior de Juliana, entonces podría afirmar que: mi apariencia exterior es femenina, pero mi esencia interior (del cuerpo) es masculina. De tal manera que la identidad de género se replantea a través de estas prácticas (travestismo, draguearse, crossdress, etc) como la historia personal de unos sujetos que median una producción de significados de género pertenecientes a la cultura hegemónica de lo femenino pero que mediante la práctica paródica se desnaturalizan y recontextualizan constantemente.

Judith Butler deduce que “si el cuerpo es una práctica significante dentro de un campo cultural en el que hay una jerarquía de géneros y heterosexualidad obligatoria, entonces ¿qué lenguaje queda para entender esta realización corporal, el género, que establece su significado interno en su superficie? Sartre quizás habría llamado a este acto «un estilo de ser», y Foucault «una estilística de la existencia». Y, en mi interpretación afirmo que los cuerpos con género son otros tantos «estilos de la carne. Hay que tener en consideración que el género, por ejemplo, es un estilo corporal, un «acto», por así́ decirlo, que es al mismo tiempo intencional y performativo (donde performativo indica una construcción contingente y dramática del significado)”.

 

Barra de cereales y mora

“Los distintos actos de género producen el concepto de género y sin esos actos no habría ningún género”.

Buenos Aires, Argentina, mayo 13 de 2015

Bárbara estaba en el camerino del Teatro, aguardaba ansiosamente su primera presentación. A pesar de que la noche anterior no había dormido nada se sentía en plenitud, pero tenía nervios, muchos nervios; le temblaban las manos se mientras esparcía la sombra azul celeste por encima de sus parpados.

-¡Ahh!-El maquillaje compacto cayó al piso- Bárbara sollozó.

-Chicos vamos a escena, comienza en 3, 2, 1, acción- gritó el director del Cortometraje.

«Es el primer papel femenino que interpreto en público, me siento cómod@ y siempre había querido personificarlo pero ningún director de teatro se atrevía a dejarme. Recuerdo aquella noche de 2010 mientras me arreglaba para la fiesta, saque el maquillaje de mi mamá, el secador, las extensiones y listo, primer personaje femenino».- pensó Bárbara mientras caminaba hacía la escena.

Barbará se acomodó, aspiró fuerte. -El género es 100% una invención social para limitar los cuerpos y poder controlar más fácil al pueblo, encasillándolo y negándole la posibilidad de una libre expresión y del desarrollo completo de sus potencialidades, al decirle que su sexo biológico puede o no hacer determinadas cosas. Por eso, el género como el ser humano es mutable y debe dejarse fluir- Bárbara Queen pronunció cada palabra desde lo más profundo de su ser, sentía cada una de ellas latiendo fuertemente con su corazón.

-¡Juan David!- gritó Gastón el director del cortometraje- necesito que hagas de este drama social el ritual que le corresponde; no sé, se me ocurre que abras más la boca, muevas más la cadera y también los brazos. Necesitamos experimentar esos significados de lo femenino de Shakira que bastante legitimados están- .

Bárbara terminó la escena cantando “Ojos así” de Shakira.

Medellín, Noviembre de 2016

Barbara y Sergi van en el Circular Coonatra hacia la Universidad de Antioquía. Sergi va con su traje especial de Tranimal con tacones rosa, vestido de lycra rojo con fisuras en el bajo vientre y cabello rubio despeinado; Bárbara con sus tacones negros, vestido morado, cabellera negra larga y una espesa barba cortada sigilosamente se plegaba en sus mejillas. Ambxs viajaban en el puesto de atrás con mitad del trasero volando en las sillas porque el bus estaba repleto de pasajeros, no le cabía ni un suspiro más. La mirada atónita de varios pasajeros asechaba la libertad de expresión de la conversación que sostenian lxs chic@s.

-Sexo, cómo nacemos, Género cómo nos enseñan que somos, Identidad de Género lo que sabemos que somos y ahora bien Expresión de Género- Comentó Bárbara a Sergi mientras esquivaba la mirada furiosa de un señor con camiseta de Adidas y gorra de los Yankees- Cómo mostramos lo que somos.

-Yo creo que- Sergi iba a continuar la conversación cuando de golpe fue jalado al piso del vehículo-

-Que abominación- gritó la señora robusta que acompañaba al señor con camiseta de Adidas-.

-Ustedes son una vergüenza para la sociedad, mírense cómo pretenden salir a la calle con vestido y barba- gritó furioso el sujeto de camiseta de Adidas.

-Señor cálmese por favor, el hecho de que estos chicos representen lo femenino de una manera completamente diferente, con un estilo corporal propio no tiene por qué indisponerlo; ellos son libres de expresarse cómo quieran- Una mujer alta que cargaba una niña en sus piernas, se paró del asiento, incomodó a su hija y se dirigió hacia el señor- Además…

-Mami- la hija interrumpió a la mamá, la agarró de la mano; era una niña de 7 u 8 años, pequeña en estatura- ¿Si nosotros hemos moldeado nuestro entorno ambiental o físico para poder evolucionar como especie, por qué no respetar la decisión de otros de diseñar su propio cuerpo para que se sientan más cómodos? Mi abuela me enseñó el otro día que yo como niña soy igual de importante que un niño y puedo vestirme con camiseta ancha, puedo tener el cabello corto, puedo jugar bolitas o fútbol y tengo el derecho a que respeten ese modo de expresión porque hay que inventar el mundo y lo que es de niñas y de niños-.

Aclaraciones nutricionales

Juan David y Sergio, encarnan personajes femeninos en la cotidianidad para abrir la posibilidad de que el género sea reconstituido mediante actuaciones sociales diarias, eliminando conceptos de una masculinidad o de una feminidad determinada o sólida, al multiplicar las configuraciones de género. A través de ellos, el performance es un acto comunicativo que tiene un sentido político y contrasexual que da lugar a la creación de identidades libres con enunciaciones de lo que cada sujeto imagina de sí mismo, transformando paródicamente los estereotipos con el fin de crear nuevas formas de control del cuerpo y de producción de la subjetividad sexual.

El performance es un instrumento de intervención para resistir a la normalización y para inventar la verdad y la libertad desde la esfera corporal donde los cuerpos se reconocen a sí mismos no como hombres o como mujeres sino como “parlantes” con el objetivo de acceder a todas las practicas significantes, así como a todas las posibilidades de enunciación (masculinas, femeninas), renunciando a una identidad sexual cerrada y determinada.

La invitación de este tipo de actos performativos es a construir nuevas formas de expresión de lo masculino y también de lo femenino, que eliminen el discurso hegemónico que tanto ha oprimido este mundo; no más lo masculino violento, no más lo femenino pasivo, no más lo masculino universal, no más lo femenino particular, no más feminicidios ni violaciones ya que los seres humanos debemos recuperar la libertad de ser sin maltratar, opacar u oprimir al otro para fluir en pro del desarrollo y de la evolución, primero siendo uno consigo mismo porque la labor de los seres humanos es la de responder a la aspiración interior de la autorrealización.

BIBLIOGRAFÍA

Ingredientes de las recetas:

Sergio Bedoya: Artista Plástico Universidad de Antioquia, Tatuador, amante de la conexión intelectual y del desarrollo de la sensibilidad. Para él la estabilidad es la exploración de sí mismo.

Juan David: Diseñador Industrial, Profesor de Inglés, Ilustrador y Actor de Teatro.

Especias recomendadas:

Butler Judith. El género en disputa (Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2007)

MotberCamp: Female lmpersonators in America (Newton)

Monique Wittig, Les Guénlleres (Nueva York, Avon, 1973)

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