Donald Trump no nos deja de sorprender por sus radicales medidas, esta vez permite que los médicos rechacen a pacientes gais con la excusa de sus creencias religiosas.
La administración de Donald Trump ha recuperado esta ley del mandato de George W. Bush, que Barack Obama había derogado.
Dicha ley permite a un doctor o a un farmacéutico no tratar a un paciente si hace parte de la población LGBT, defendiendo que sus creencias religiosas le prohíben hacerlo.
Existe un caso muy importante y noticioso de una mujer trans que durante el gobierno de Bush falleció porque los paramédicos se negaron a atenderla.
Obama no se quedó de brazos cruzados cuando llegó al poder y estableció que las creencias religiosas no son justificación para no atender a una persona, imponiendo graves sanciones a quienes hicieran algo así.