Durante los últimos cinco años y en pleno boom tecnológico, seguro que te has percatado de cómo las redes sociales han acabado transformado varios ámbitos de tu cotidianidad y como consecuencia en la salud.

Tensión ocular y otros problemas oftalmológicos

La tensión ocular, por ejemplo, es una de ellas y se manifiesta en aquellos que pasan muchas horas frente a una pantalla (tanto del smartphone como la de la tableta y el PC).

De hecho, existe un síndrome más específico conocido como el “del ordenador” cuyos síntomas son el enrojecimiento de los ojos, la visión borrosa e, incluso, las náuseas y la sequedad, sobre todo para los que llevan lentillas. En esta situación, deja atrás las lágrimas artificiales y aprende a descansar.

Tendinitis

Las tendinitis fruto de un tecleo o uso del mando de la consola excesivo son también muy habituales y no dudan en adaptar su nombre. Así, la nintendinitis, la whatsappitis y similares, se encuentran a la orden del día.

El quid de la cuestión no sólo radica en el abuso, sino también en que algunos smartphones y controladores obligan a adoptar posturas poco naturales y forzadas. El resultado directo es la inflamación de los tendones.

Pérdida de audición

Pero los ojos y las manos no son las únicas perjudicadas, sino que cabe hablar también de la sordera o pérdida de audición prematura, fruto de la escucha de música a un volumen demasiado elevado. Y es que los BPM (beats per minute) pueden llegar a provocarla: cuantos más BPM tenga una canción, mayor será la probabilidad de perder capacidad auditiva. ¿La razón? Que el tímpano deberá realizar un esfuerzo extra para recibir las ondas.

Adicción a las redes sociales y síndrome FOMO

No podía dejar de mencionar las patologías de corte psicológico como la adicción a las redes sociales y el síndrome FOMO. Y aunque esta primera parece más obvia, lo cierto es que los perfiles pueden variar tremendamente en función de la comunidad.

Es decir, los de Twitter suelen ser personas con interés en la actualidad, impacientes por interactuar en el momento; mientras que los likes de Facebook y su uso implican cuestiones relacionadas con la aceptación social.

El síndrome FOMO apunta precisamente en esta dirección pues quien lo padece sufre por miedo a quedarse fuera; es decir, por ser incapaz de evolucionar al ritmo que lo hace la tecnología, por no tener el último móvil del mercado, haberse perdido un vídeo viral de YouTube, desconocer las tendencias de las comunidades virtuales y demás.

Síndrome de la vibración fantasma y nomofobia

El síndrome de la vibración fantasma y la nomofobia tienen que ver con la dependencia del smartphone.

Respecto a esta primera, no se trata exactamente de una enfermedad, sino de la sensación que tiene el sujeto de que constantemente su teléfono está vibrando –como consecuencia de una notificación-. Sin embargo, esto no está ocurriendo en realidad; e incluso tiene una explicación científica.

La nomofobia, por su parte, es un tanto más grave, pues implica que la persona sentirá ansiedad cuando olvide su terminal en casa, lo pierda, se quede sin batería, o este a punto de hacerlo.

En tus manos tienes la posibilidad de aprender temas como éste, certificarte y aprovechar las oportunidades que te abre Ciudadanía Digital.

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