“A partir de ahora, el deporte femenino será solo para mujeres”, afirmó Trump, antes de firmar una orden ejecutiva el pasado 5 de febrero para prohibir la participación de niñas y mujeres trans en competencias deportivas en Estados Unidos, reforzando el discurso transfóbico y perpetuando la violencia sistemática.

El 19 de febrero de 1961 nació el futbolista Justin Fashanu, quien habló abiertamente sobre su orientación sexual en 1990; ocho años después, luego de ser hostigado y violentado por ser gay, se quitó la vida. Hoy se conmemora el Día Internacional contra la LGTBIfobia en el Deporte en su honor, un tema que ha sido politizado en los discursos de extrema derecha cada vez más fuertes.
Lo preocupante de la reciente decisión del Presidente de EE.UU es su impacto a nivel mundial, sobre todo en América Latina, pues históricamente este país ha tenido una gran influencia económica, geopolítica, mediática y cultural en nuestro territorio. En su discurso, también mencionó la negación de visas a mujeres trans atletas que intenten entrar a Estados Unidos. Revisemos esta problemática:
Mitos sobre las personas trans en los deportes:
El más común habla sobre la ventaja o desventaja que tienen las personas trans frente a las personas cis en las competencias. Esto marca un profundo arraigo al esquema binario de género en dichos escenarios, pues el rendimiento se reduce a la genitalidad, ignorando factores como los niveles naturales de hormonas, el biotipo, diferencias en entrenamientos, entre otros.

Por ejemplo, Patricio Manuel es un hombre trans boxeador que debutó profesionalmente en 2018 contra Hugo Aguilar, hombre cis, y ganó. En el 2023, en el Golden Boy Fight Night, ganó la pelea contra Alexánder Gutiérrez, también hombre cis.
En el caso de las mujeres, Li Wenwen, mujer cis levantadora de pesas, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio con una ventaja aplastante a diferencia de las otras competidoras. Laurel Hubbard, mujer trans levantadora de pesas, quedó descalificada en la misma competencia por no haber terminado sus levantamientos.

También, personas como Caster Semenya, una mujer cis con hiperandrogenismo (altos niveles naturales de testosterona) que ha sido incluso más cuestionada y excluida que las mujeres trans por tener un alto rendimiento, marcan un punto importante en la discusión, pues la lleva mucho más allá del tema hormonal y propone una perspectiva diferente sobre la división por géneros en los deportes.
Estos son solo algunos ejemplos que muestran la falsedad de estas “ventajas” y “desventajas”, dejando claro que el éxito de una persona deportista va mucho más allá de su genitalidad y que existen inconsistencias en la aplicación de regulaciones sobre género y testosterona en el deporte.
Una amenaza directa contra la diversidad
“Estamos notificando a todas las escuelas que reciben dinero de los contribuyentes que, si permiten que los hombres se tomen los equipos deportivos femeninos, o invadan sus vestuarios, serán investigados por violaciones al Título IX y pondrán en riesgo su financiación federal. No habrá financiación federal.” , afirmó Trump
Al ser un tema de discusión pública, la identidad de género diversa de las personas atletas ha sido condenada a estar dentro de la lista de la famosa “agenda Woke” de la que hablan los líderes y representantes de la extrema derecha, como Trump, Javier Milei, Elon Musk, Bukele, entre otros. Bajo este argumento, politizan las experiencias de vida trans y las hacen parecer “una jugada electoral” de los sectores progresistas.
Esto recrudece el panorama para las personas trans, pues violenta directamente su derecho a participar en la vida cultural a través del deporte, replica violencias desde el discurso masivo y demerita la lucha histórica por sus derechos.
Los deportes siempre han funcionado bajo normas que perpetúan los estereotipos de género, dificultando la participación de personas con sexualidades e identidades de género diversas. Además, esta discriminación radica en ideas y estudios científicos falsos, lo que convierte el problema en uno de ética comunicacional y falta de responsabilidad por parte de los mandatarios que las difunden.