Hace unos meses termine mi última relación amorosa ? y obvio, como en todo final (de lo que sea: amor, trabajo, muerte, negocios, salud) hay que hacer un duelo para poder perdonar, sanar, agradecer y dejar ir.
Luego de haber pasado por este episodio de duelo, en el que uno no es ser humano, ni hombre, ni nada; volví a estar “soltero” ?, un estado que para mí es: social-amoroso. Para muchos puede ser una tortura este cuento de la soltería, pero para mí no lo es, disfruto mi soltería tanto o más que como estar en una relación, y no me voy a hacer aquí del “cusumbo solo” (como decía mi abuelita) porque ME ENCANTA tener un novio y compartir con alguien la vida, lo que le pasa y lo que me pasa, pero me encanta también estar conmigo, aprovecharme, disfrutarme, darme y dedicarme tiempo.
En esos días de recordar lo que es estar soltero (nuevamente) aparecen otra vez, esos chicos que nos gustaban, uno que otro crush? de antes, mágicamente en nuestros timeline de redes sociales se empiezan a actualizar fotos de Whatsapp y cambian varios status, es decir: TEMPORADA DE CAZA; es ahí cuando suena un “TING”, miras el celular ? y dice “Hola perdido, ¿cómo vas?”; aquí es cuando vuelve a comenzar esta dinámica tan “emocionante” ?llamada “Salir con Alguien” ?❤️?.
Luego me pongo a reflexionar sobre lo que sucede y llego a una conclusión: Es que la mayoría de los gays son unas “VACAS MUERTAS” porque quieren la comodidad de sentirse más deseados que deseadores; que les hagan todo: que los llamen, les hablen por Whatsapp, les den los “buenos días” ☀ y las “buenas noches” ?, que tomen la iniciativa para invitarlos a salir siempre, que siempre les propongan planes, simplemente porque el pequeño y arrugado “ego” necesita sentirse deseado, porque no se quién les dijo que si mostraban interés en alguien más le estaban dando poder sobre ustedes y por ende estarían inferiores ?. ¿Inferiores? Es que acaso esto es una competencia por quien escala más arriba de quien; el “Vaca Muerta” es ese hombre que se deja dominar por el miedo y no hace nada.
No se han preguntado “¿por qué siempre doy con el mismo tipo de hombres?” O ¿por qué siempre «repites la misma historia en las relaciones»? PORQUE NO SE ESTÁN CERRANDO CICLOS, NI SE SANAN, porque seguimos esperando que otro nos haga todo, que otro tome las riendas de nuestros sentimientos y “nos conquiste” y no nosotros mismos, ¿por qué nos gana el ego, el orgullo, la rabia y el miedo?
TODOS queremos un «amor estable y duradero», pero ¿que estamos haciendo para que esto se dé? estamos inmersos en un círculo vicioso viviendo experiencias con hombres “vaca muerta” que nos llegan con frases como: «es que yo no me quiero enamorar, yo no quiero nada serio” y en el fondo si lo quiere, pero está lleno de miedo o que nos dicen: «es que NO HAY CON QUIEN«. ¿Cómo «va a haber con quien» si ni nosotros mismos estamos dispuestos a ser ese “quien”? Todo es una cadena ? ? ?
Volvemos a lo mismo de siempre: la única respuesta al miedo es el amor, y este miedo aferrado que se tiene en el corazón y se siente como un agujero negro en la mitad del pecho (al que le llamo “sueñito en el pecho”) cuando alguien nos gusta, es el miedo a ser aceptados y amados por un tercero, esa incertidumbre a algo que no podemos controlar, miedo a que nos lastimen. Pero los únicos que rompemos esta cadena ⬅➡ y tomamos las riendas somos nosotros, cuando decidimos amarnos; amarnos como somos: con nuestros defectos y virtudes, sin pretender ser atractivos para alguien más o para el imaginario machista y misógino: “machos sin plumas, serios, masculinos o discretos” ?.
Así que ¡A romper el círculo vicioso! A aceptarnos como somos, con miedos incluidos, a no dejarnos de ellos, todos sabemos que todo lo que comienza acaba y que cuando termine va a doler, pero por sentir dolor (algo que fijo sucederá) no vamos a dejar de vivir, sentir y experimentar algo tan lindo como es el amor. Y si llega a tu vida un “vaca muerta” tienes dos opciones: pasarle este post o dejarlo ir, y muuuuuuyyyyy lejos, con moño y todo, porque también está claro que ni vos ni yo podemos cambiar a nadie, porque cada uno cambia su realidad solo si decide hacerlo.
“Aceptamos el amor, que creemos merecer” eso le dijo el profesor Bill a Charlie, en el libro “Las ventajas de ser invisible” de Stephen Chbosky, y cuando la leí me pregunte: ¿Qué tipo de amor creo que merezco? ¿Qué tipo de amor estoy dando? ¿Me merezco un amor cobarde o un amor con miedo? Y yo no sé ustedes, pero yo quiero y me merezco un amor valiente, un amor que se lo juegue todo por mí como yo lo haré por él, no un amor endeble y lleno de miedo.
Un besito bombones ?
Que artículo tan profundo