En vivo en El diario de Mariana, el periodista Lucas Bertero confesó que es gay y contó cómo fue el duro el proceso para vivir abiertamente su sexualidad.

Es un día muy especial, raro. Pensé que no llegaría este momento, pero sentía que era lo último que tenía que hacer para empezar este camino de felicidad plena. Quiero confesar abiertamente que soy gay. Lo quiero decir con felicidad y alegría, llegué a esta instancia en la que no tengo presiones.

El periodista recordó lo mucho que le dolió no poder hablar abiertamente sobre lo que sentía, y lo duro que fue enfrentar a Paula, quien fue su pareja durante 10 años:

La conocí a los 24, cuando vine a Buenos Aires a vivir. La charla fue en dos etapas. Destaco la sensibilidad y apoyo que ella tuvo conmigo.

Según contó Lucas, su confesión fue hace siete años, y a su hijo, Teo, recién le expresó su verdad el año pasado.

Yo quería que él se enterara por mí, con alegría. Estoy orgulloso de lo que soy y si lo digo recién ahora, es porque recién ahora estoy orgulloso de lo que soy. En el colegio recibí mucho maltrato y mi cuerpo aguantó hasta que pudo. Tuve psoriasis, mi cuerpo estaba todo manchado, salvo la cara. (…) Hoy llegó el momento en que mi hijo es feliz, su mamá rehízo su vida, tiene un marido, una hija. (…) Fue muy poco el tiempo en el que se preguntó por qué y estuvo enojada conmigo. Es emocionalmente muy inteligente y entendió que lo que estaba haciendo era lo mejor para todos.

Psoriasis, depresión, ataques de pánico y anorexia nerviosa fueron algunas de las maneras en las que el miedo y la negación a aceptarse se somatizaron en su cuerpo.

Llegó la etapa de terminar de ser honesto conmigo y con la gente. Estoy acercándome al hombre que alguna vez quise ser, vuelvo a sonreír. Me había transformado en un ser opaco. (…) Hoy fue dejar atrás el miedo de toda la vida. Se tarda mucho en ser feliz.

La valentía de Lucas es inmensa. El camino a la felicidad es largo y duro, pero reconfortante porque es la manera como llegamos a la plenitud de reconocimiento de nosotros mismos y la aceptación de nuestra verdad.

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