Según un informe elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, son el colectivo más vulnerable en las cárceles mexicanas.
El informe ‘Violencia contra personas LGBT’, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los presos “enfrentan un riesgo mayor de violencia sexual y otros actos de violencia y discriminación a manos de otras personas privadas de libertad o del personal de seguridad”. Para redactar este informe, se ha contado con las denuncias de algunas víctimas e información oficial y de organizaciones sociales de 25 países.
Los hombres gays y las mujeres transexuales son víctimas de servidumbre forzada, incluidos servicios sexuales. En México, las mujeres transexuales se recluyen en pabellones para hombres. Esto también ocurre con las lesbianas, hecho que desemboca en violaciones por parte de compañeros de celda, acoso, abuso físico y “feminización forzada” de quienes tienen apariencia masculina. Pero los abusos no solamente ocurren entre los internos, sino que la autoridad también es perpetradora o permite las agresiones.
Seis de cada diez reclusos LGBT han sido víctimas de diferentes tipos de abusos en las cárceles mexicanas. Según el informe, agentes de la policía incitan a otras personas a abusar sexualmente de las personas LGBT e incluso han repartido condones para facilitar el abuso. En otros casos, ubican a las personas homosexuales en celdas con convictos acusados de violencia sexual.
Según el Relator Especial sobre Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Juan Méndez, las personas LGBT se encuentran en el último escalafón de la jerarquía informal que se genera en los centros de detención, lo que deriva en “una discriminación doble o triple porque están sometidas de manera desproporcionada a actos de torturas y otras formas de malos tratos”.
Estas prácticas son comunes en otros países
En Estados Unidos 12% de las personas LGBTI privadas de libertad fueron sometida a violencia sexual por parte de otros reclusos y que 5% por parte del personal de custodia. En Guatemala, organizaciones denuncian el caso de un hombre joven gay que fue sometido a violencia sexual por 17 hombres y una mujer transexual que fue violada más de 80 veces mientras se encontraba detenida. En Paraguay, las personas transexuales sufren desde agresiones físicas y verbales hasta violaciones múltiples.