“Su ideologización (de la adopción) se ha convertido en obstáculo para el reconocimiento de un derecho fundamental: el derecho de los niños a tener una familia (art. 44 C.P.)”, dice Sergio Estrada, profesor de la Universidad de Medellín, autor del requerimiento.

La demanda ya fue aceptada por estudio en la Corte Constitucional y se le asignó al magistrado Jorge Iván Palacio por reparto, así que en más o menos un mes se retomarán los debates.

Estrada hizo una publicación en su blog el 10 de febrero donde explica su postura.

“Propongo un ejercicio: Si preguntamos a un lector de ideología liberal si acepta o no que el derecho a la vida (Art. 11 C.P.) es fundamental ¿su respuesta diferirá de la de otro lector conservador, de izquierda, de centro, de centro izquierda, centro derecha, de arriba o de abajo? Si la misma pregunta la formulo frente al derecho a la intimidad (art. 15), al libre desarrollo de la personalidad (art. 16 C.P.), a la libertad de conciencia (art. 18 C.P.), la libertad de expresión de opinión e información (art. 20 C.P.), a la libertad de cultos (art. 19 C.P.), a tener una familia (Art. 44 C.P.) etc., ¿la respuesta será distinta? Creo que todos podemos –debemos- coincidir, al margen de nuestra posición política, en que son derechos fundamentales. La razón se soporta, entre otros argumentos, en uno simple y evidente: están reconocidos como tales por la Constitución Política. La discusión acerca de sus límites es otro tema”.

Para el académico, el fallo de la Corte viola un principio y un derecho fundamental. Por un lado, el principio de igualdad de las parejas homosexuales. en la que se basó el radicado D-10315, interpuesto por el abogado Diego Prada. Argumento que no fue suficiente para implementar este derecho en el país.

El segundo, ahora propuesto por Estrada como director de la Clínica Jurídica en Teoría del Derecho, se enfoca en el derecho fundamental de los menores de edad a tener una familia, que acorde con el art. 61 de la Ley 1098 de 2006, se asume la adopción como la medida principal y por excelencia en su protección.

Ahora, sólo queda esperar, aunque pareciera una derrota, el debate anterior abrió puertas y dejó vacíos que pueden ser aprovechados a nuestro favor como familias homoparentales, no perdamos la esperanza, el país sigue en un proceso y somos parte de él. Tranquilo… Amanecerá y veremos.

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