Para la gran mayoría de personas puede que el nombre de Robert Spitzer no quiera decir nada, pero si dijéramos que la despenalización de la homosexualidad, el matrimonio igualitario, la adopción y demás camino recorrido en derechos LGBT se lo debemos enormemente a esta persona ¿no te nacería la duda?

El pasado 28 de diciembre del 2015 murió a sus 83 años por un problema cardiaco Robert Spitzer, uno de los hombres más importantes de la psiquiatría moderna y quien además desmintió en 1973 que la homosexualidad fuera una «perturbación sociopática de la personalidad», logrando que fuera eliminada de la lista de enfermedades mentales finalmente a comienzos de la década de los 90.

Considerado uno de los psiquiatras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX por haber clasificado y homogenizado las enfermedades mentales de acuerdo a sus definiciones y tratamientos, lo cual lo dejó como el padre de la clasificación moderna de éstas. Hizo parte activamente con un rol fundamental en el desarrollo y lanzamiento del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales), desde 1978 hasta su quinta versión, un best-seller considerado la “biblia” de la psiquiatría a nivel mundial.

Durante gran parte de su vida el Dr. Spitzer se dedicó a trabajar por los derechos de la población LGBT demostrando que la homosexualidad no es un “trastorno mental”, ni una “patología”, siempre y cuando la persona se sienta cómoda con su sexualidad al igual que en el caso de los heterosexuales.

«Un trastorno médico debe estar asociado a angustia subjetiva, sufrimiento o discapacidad de la función social», declaró Spitzer al Washington Post.

Organizaciones activistas junto a diferentes personas del gremio, como Jack Drescher, reconocido psicoanalista de la ciudad de Nueva York que hace parte de la población LGBT, le atribuyen a Spitzer los avances en la defensa de nuestros derechos.

«El hecho de que hoy se permita el matrimonio gay se lo debemos en parte a Bob Spitzer» Drescher en conversación con el New York Times.

El error en su carrera

En el 2001 Spitzer publicó un estudio en el cual aunque sostenía que la homosexualidad no era una enfermedad mental, buscaba apoyar lo que se llamó terapia para “convertir” a los homosexuales en heterosexuales.

Éste causó un fuerte rechazo por parte de fundaciones, organizaciones y toda la población LGBT; sin embargo, diez años después, pidió excusas argumentando que el estudio no era científico ya que no había una manera objetiva de medir el supuesto cambio de orientación, agregando que esta investigación era lo único que lamentaba de su carrera.
Al día de hoy las terapias planteadas en el estudio han sido rechazadas por la Asociación Americana de psiquiatría, y en febrero del año pasado el Tribunal Supremo de EE UU las prohibió.

Como resaltamos anteriormente, el Dr. Spitzer falleció a sus 83 años en Seattle por un problema cardiaco de acuerdo a las declaraciones de su esposa y colega, Emerita Janet Williams, Profesora de la Universidad de Columbia.

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